domingo, 13 de mayo de 2007

ROMA

el foro a las 12 del mediodia.


Sacramentada-vía…
aire luz disueltos.
el leve sendero
festón de pinos.
mirada ciega en mármol .

sin-sacrificio.
dios perdió este pedestal
y los penates huyeron
antes de la vergüenza,
para permanecer.

sombra y su pausa (de un hombre)
un mármol de dignidad
adueñará mi silencio
de perplejidad
-al fin es comprender-
pues no es la eternidad
de las almas
si no la del olvido.



las suaves, onduladas colinas hacia el templo de venus

subiendo
por el camino
-contraluz-
todavía no es
sino el sueño
de carne
fatigada.

disuelta la huella
por la que seguimos.

cuerpos son caminos.

Y hay que subir por ellos.
reptar
con el torso de marmol en los manos,
el laurel en la frente,
desde la mamertina
hasta la de majencio
sintiendo el retorno
como un impulso de los dioses.
retornar es pues la libertad.

ahí al final te esperan multitudes
de una sola mirada
y una voz solamente.
primero la piedad y luego
el grito:
¡recuérdate a ti mismo!

no hay dioses ni gloria reservada
al caer esta tarde
para gentes de ceniza.
lejos ardió el volcán
y hervía el tirreno.



lo que resta

los muertos eran todos
en su perennidad.

¿quién merece amor
de tanta carne,
de tal humedad
que termina en espanto?

olvidas que vives en siglo veinte.
ya no hay romanos. No.
tal vez por eso
puedas estar tranquilo.




por un triunfo inmerecido

no eres inmortal.
respiras como un dios.
te emociona su ejemplo.
al subir la cuesta palatina
el aire azul es tuyo.

ni aunque al final
la gloria te reserve
un plato de spaguetis con buen chianti,
una saltimboca romana y una copa de grapa
en una tratoria sobre el tiber,
no eres inmortal.




¿que miras? El panteón de adriano.


la geometría.
lo bello siempre inalcanzable
más allá de un gesto.

imaginando vuelos de paloma
cautiva en el círculo perfecto
que divide intención y libertad,
ya ciega de salidas
-así pues inacabada-
en el corazón de un hueco de infinitos
circulares
initerrumpidamente…

es
a la manera griega,
la medida del hombre
y la suma del sueño,
geometría, reflejo
de uno mismo.

no existe el tiempo
y cabe cosechar el instante
de haber estado dentro




en el panteón de adriano (2)

salir por la puerta,
tomar a la luz con la mirada,
apoyar la palma de la mano en la columna
-es todo el tiempo, todo-
en el pronaos, cerrando los ojos,
cederse al vértigo. redimido. redentor.

perdida la indentidad
ya nunca pecarás con la banalidad.




¿quién eres?


el gato es un equites al estirarse
en la columna meada del mercado (de trajano)
y lamerse goloso los bigotes. es nerva
me dijo el camarero. y me devolvió la vuelta.
resultaba ser su padre adoptivo.
nerva trajano. y rondaba meloso su columna.




en vez de voz grito…


no importa en Roma
tu grito
pues solamente se oye
el clamor sagrado de los dioses
antes del sacrificio




ante un busto de domiciano


penumbra del sueño,
vestíbulo terrible,
pórtico de columnas
de caronte

-no el terreno hermoso de lo eterno
sino algo viscoso y ordinario-

un preámbulo, un paso,
respirar todavía: una conquista
del segundo que late
ensiforme

volver al minuto,
sin temor,
al nucleo del miedo
y despojarlo
atravesada la noche,
tan herida…

-un gemido de ninguna parte-

cada columna una sombra
una condena
y en cada hueco la sentencia


-quien sienta el miedo
es víctima o culpable-

cada cosa a su tiempo
pues ha de llegar la noche
como una ejecución
y al fin el sueño




estás en el umbral

una columna,
un capitel,
el ciprés que les acompaña.
un sendero de pinos
el mármol como piel
para vestirse,
abrígarse con piedra
permanecer inmoto
perdida la inmortalidad.


estás al fin en casa.




retórica a los héroes

si está preparado, si aspiras
a vivir en ti mismo el deambular
del hombre arquitecto de su sueño
-hijo de la soberbia y del ingenio-
si estás dispuesto a ser la masa, la saliva,
el músculo y la sangre, el semen y el sudor
que vuelven al alba al tiber para fertilizar
el barro, preñarlo y paridor fructificarlo

si puedes aceptar que tuviste
en tu mano el instante de gloria…
y que estás vivo,
si comprendes que el triunfo es un regalo,
el último, que ya has ganado la gloria
y ahora mereces el reposo,
cuando entres en roma esfuérzate orgulloso,
recuerda confesar que no eres un dios
trasgresor del olimpo
y nunca has de alcanzarlo.




adivinanza romana

¿cómo construir
de barro, limo y cenagal
el universo
en un solo trazo
y poblarlo
sin apelar al sueño
y diluyéndose después
en el tiempo por venir
permanecer
para siempre?
¿cómo?




la curia

mañana en la curia
mi nombre en una voz,
elegante retórica
abrirá mi futuro.
el olor de la gente en los comicios
me anticipará el triunfo
y yo mantendré la cara, con humildad
inclinada hacia el suelo
para luego
alzarla iluminada
entre el aplauso.


esta noche, lo juro,
dormiré como un niño




edicto para turistas

entra en Roma, bárbaro, aprende;
todos los inmortales te muestran sus vergüenzas
y desfilan por ti en sesión doble.
no les desagrades.
compórtate vulgarmente.
están acostumbrados a la plebe
y disfrutan con ella.




paseando una tarde por las termas de caracalla

tardarás en comprender
que pudiste ser elegido
en los comicios y entrar
a ocupar un sitio
en los anales.
podrás al fin
decirte: soy romano
aspirando el polvo de la tierra
mientras el agua caliente
y los aceites
alivian tus heridas.

Fue ayer,
al acabar la batalla
no te reconocieron
y aún vencedor
el laurel fue de otro.
brilla el orgullo en tu mirada
se pone el sol y alrededor de ti
te guarda la indiferencia
y tu cuerpo en aceite se adormece.




en la vía apia

reconfortante
volver
anocheciendo
desde las termas
hasta el palatino
dejando de lado
el circo máximo

adios a los amigos
hace sólo una hora,
les dijiste

mañana
de nuevo la campaña
será tu tiempo
todo
y abastará tu gloria
y tu fortuna

no has de morir
lo piensas
porque es tarde
fragante
y al fin, tú
estás en roma
y eres un romano
a punto de partir




en las ruinas del templo de venus

los dioses de espaldas a los hombres
reían entre sí y disponían
sin burlarse de aquellos.
Simplemente,
en su magnificencia
jugaban con las cosas.
eran otros los tiempos.

levantaban su voz con artificio
para justificar sus infantiles juegos:
un ternero parido con dos cabezas
o en capua una caida de piedra desde el cielo.
las víctimas mayores son su precio.
¿quién piensa en las víctimas mayores?


“si los dioses existen no se ocupan de los hombres”
declamaba lucano con fastidio
pero livio vehemente le contesta “los dioses
sí se ocupan de los hombres”
Las víctimas mayores son su precio.

algo sucedió que pasados los años
aquellos pobres dioses disumulan
porque se sienten sólos y están avergonzados
ya que son los hombres los que les han abandonado
y han ocupado el templo sin decoro
y les hablan de tú, a gritos y sin el menor
respeto.
“los hombres existen, si,
y ya no se ocupan de los dioses”



una silueta huidiza

hombre que corre.
se afana en el foro
en chismorreos,
sigue con la mirada
el vuelo de una mosca,
come cualquier cosa,
visita las termas
entre amigos,
acude al circo máximo
y apuesta en las carreras,
que luego se pierde por las calle
en la suburra donde está su casa,
hombre:
no has de saber nunca
que eres un trozo del sueño
de la gloria romana
y que tu pie calzado con sandalia
pudiera ser la exacta pisada
del imperio



estrofa de mi canto por roma (1)

roma de mármol
fantasma de tu sueño,
elegíaca
¿en que momento
me conmoviste tanto?




admonición desde el palatino

viajero, no hay una sola roma
sino una diversa para cada segundo
de su memoria.
no lo olvides



mañana

con el alba mañana
empezará otro tiempo
de veinticuatro horas
que fluirán livianas,
detrás de tantas otras
por veintisiete siglos




en una galería vaticana rodeado de bustos

este vaso de arcilla decorada
contuvo agua y sació una sed
y este otro vino;
preludió un abrazo .

nada hay aquí sin vida,
y frente a este mármol de antinoo
aletea la angustia de adriano




en el capitolio sobre el foro

no otro lugar
de la mano del hombre,
no con tal determinación,
eternidad
en cada esquina

lleno en sí
y convencido
con tal vanidad
y certidumbre

certeza es,
no lo hay, creedme,
como esta ciudad de roma




desde el castel sant angelo

acaricia el río
a quien ama
y es quien acaricia
quien al fin se marcha
entre dulces meandros
volviendo la cabeza,
dejando dormida
a la amada

el castillo ve
desde lo alto
a los amantes
y le sonroja el sol
cuando atardece




coliseo

imaginad un hombre
-sólo un hombre-
a quien no le gusta
este espectáculo
y cada tarde
impotente
acaba viniendo
a disfrutarlo
¿qué se puede, sino,
hacer por las tardes en roma?




memento de trajano ante su columna

mejor hubiera sido escribir
una carta a los amigos
al caer la última tarde
en tu viaje: “que absurdo
más grande, podías haber escrito,
el ser príncipe y morir
en campaña, en este lugar
desconocido”.




teatro marcelo

esta tarde,
un hombre se ha emocionado
en el teatro
y al volver a su casa
ha percibido
su vida como nada, igual
que las negras aguas el sordo
batir de su tristeza
en el trastevere.
mañana volverá.



arco de augusto

cuando la última piedra
se disgregue
quedará el golpe del cincel
tallando el aire
y un hueco en el vacio guardará
la huella de su mano

él cruzó bajo el arco, ¿os dais cuenta?




estrofa de mi canto por roma (2)

vuelvo a roma,
a la misma mi roma
de la que salí
hacen ahora
dos mil quinientos años




cuando llegue el invierno la tristeza…

cuando llegue el invierno
subirá del Tiber la humedad
aterida.
cayendo la noche
sentiré la congoja
del romano
que no participa en la gloria
y la fortuna




sólo la virtud

mirad alrededor
todo este escándalo,
el sudor sangre.
miradlo todo.
ved que la gente llora
y que la gente muge
y que la gente rie,
ama, destila, odia,
traiciona. ved.
Pero con todo, ved que no es pecado.
si algo debiera ser
hablemos de virtud.
mucha o poca virtud,
más por los dioses, no pecado.




estrofa de mi canto por roma (final)

no se parte de roma
que ella te sigue
como una amante.
en cada girón
de tu desierto
acabarás reencontrando
su memoria

2 comentarios:

SHE dijo...

me gusta todo lo que dices de Roma, especialmente esta parte

arco de augusto

cuando la última piedra
se disgregue
quedará el golpe del cincel
tallando el aire
y un hueco en el vacio guardará
la huella de su mano ...
eso suena tan universalmente aplicable a cualquier situacion!.

gracias

alguien menciona que hay que leer con calma lo que escribes, y es asi, por lo interesante, felicidades.

Luis Rivera dijo...

Gracias por tu comentario, She.