jueves, 26 de abril de 2007

SUITE DEL DÍA DEL LAGARTO


donde
al final
se trata
de una cita
de uno con dos
en horas esenciales
donde el juego normal
de cuerpos abrasados
malogra soledades


1/
Respirando a la espera del sueño

después de la luz
el estallido y no.
la oscuridad
como el espacio.
al fin la huella
mineral del agujero
habrá de perderse
para siempre.

divagar
es perder lucidez
distraer el sentido.
retorno al agujero.
disolverse
donde uno respira.

aún
un soplo de energía,
apenas
un aliento,

deberían sonar
las sirenas del peligro
y devolver
el orden
a su orden.

la marioneta suspendida
en hilos
perdido el equilibrio
se arrebata
y angustia.
no grita. no.

no querría soñar
en soledad
si lo supiera.

lo que es estar.
o sea ser de estar.
saberse siendo
o ser y saber.
algo imposible.

vasta estancia de nada
envuelve lo que es estar.
llega el calor
pensando:
una cita mañana.


en este sueño de ser.
será culpable.


2 /
El sueño cuando llega

después del ensoñar
vuelve
el retorno del sueño
que recompone el sueño
que quiere ser culpable.

vibración del aire
donde la luz no es.

color impreciso
de la primera hora
hasta habitar los ojos
y en fatiga
desear retornar al mismo sueño.

ah! delicado sueño que se anhela.

¿cómo atraer lo huidizo
al sueño?
¿y despertar sabiendo?



cálido abrigo.
piel adherida.
pulmón. costillas.
fuelle.
corazón. hígado.
bazo. páncreas.
brazos. piernas.
sexo.
millones de neuronas.
leucocitos. hematíes.
linfocitos.

el sexo del lagarto es impreciso
y lo sabe quien es.

ha sido un abrazo.
un beso en la mejilla.
un impulso esencial.

este soñar es nunca
aunque parezca al fin
tan corto. tan largo.
para nada una sombra.


soñar
sin uno mismo
es ser y verse.
soñar con dos
es imposible.
cuando llega se va.

incluso un pensamiento
amable
esperado
llega
y reconforta.

es tan irreal
vivir en pesadilla.

se alarga el sueño
el terror se confunde
y ahora es gratitud.

lo que antecede
es respirar
como un lagarto


3/
La mañana al despertar

¿quien conoce mejor la desesperanza?
el techo como siempre en la cabeza
y más allá una ventana ciega
si no se la descubre.
radiante es la mañana y atesora
el cálido sonido de la risa.

hoy sería feliz ¿a que negarlo?

desactiva la voz
y la deja en binario:
silencio y gime,
silencio y gime
como si agonizara
con los ojos abiertos.

pues había quedado que era como un lagarto.

buscando la esencia
hasta el aliento
al respirarse
perpetuará los días

acomodando su ritmo
a la totalidad.

no hay tiempo en la eternidad
para volver a ahora.

condenado a lo eterno.
busca sentir
y siente
en la desesperanza.
se siente más
y se consuela.

y los nervios
como sinfonías
anteceden
a todo.

anteceden a todo.

quien vigila sabe
que guarda la almohada
el olor comprometido
del sexo inhábil.

4/ Uno en la mañana

y a flor de piel
¿cómo saber del resto
lo que en su silencio
les conmueve?

uno es uno.

no hay quien lo explique,
ni palabra bastante.
nada escrito
se trata de historia.

aunque uno sea uno.

acodarse en el borde
de una fuente
-cualquier accidente es
solamente un ejemplo-
y ver correr el agua.
pensar que se sabe
no es. es lo contrario.


todos cruzan delante
ni un saludo
gesto
reconocimiento

uno en la mañana
era un lagarto
respirando sin pausa

pedir ayuda a nadie
para que nada ocurra.
lo primero.

hacerlo
era solo una idea
inconsecuente
con la identidad.

era un lagarto, conviene recordarlo.

al abrir la mano
y mirar en su cuenco
vacíos vertiginosos
recuerdan quien se es

uno

una palabra más… diáfana
ah, el claroscuro.

unas gafas de sol
y una terraza
es todo.


5/
Dos en el día

el sentido se abre
y permanece
en un diluirse
eternizante.
dame la mano
dame.

-¿quién lo puede entender?
¿qué es lo que entiende?
de este diálogo
no queda sino
memoria entre dos-

hasta que nada queda
sino el sentido.

ahora
un agujero negro.

pero el justo permanece
entre agua y fuego
aunque no se reconozca.
no sabe que es.
justo.
no, no lo sabe.

¿quién sabe que es justo?
convendría de su sinceridad
si lo supiera
no seguir leyendo.
le esperan en la barra.

la esencia de uno mismo
y el pecado…
como consumación

condenados a víctimas
viven en silencio

hasta frotar
la piel.
los cuerpos caducados.

es amor
uno y uno son dos.
se encuentran y aman.
habitación de hotel.
de hotelucho.
el agua caliente no funciona.

es amor hasta adiós
es la manera
de eternizar caricias
y estar siempre.

permanente alrededor
de la caricia

así pues no se trata de un lagarto como se dijo antes
no
era una metáfora, dios mío, una metáfora.

adiós esencial
con que se recuerdan
en eterna despedida.

no dejes que me vaya
dice.
el otro calla.

dos recompone la ropa
ya sin desnudez
y permanece olor
en la mesilla
y uno abandona el baño.


de nuevo descorazonando.
la habitación tiene un número:
ciento quince.
dos plantas,
un aparcamiento
de hormigón.
está en la nacional
camino de la nada.



6/
El paso del día mientras Uno y Dos merodean

el tiempo es todo
cuanto es
y luego nadear
descubriendo al final
que es un recuerdo
hilvanado

el tiempo
y de su tiempo el paso
de…
sin tiempo
apenas para sentir
la rotunda esencia
de…

un lector cualquier puede
sustituir los puntos suspensivos
por sustantivos consistentes

tan gran desconcierto
hoy cabe en los bolsillos



el tiempo como esencia
y la memoria
¿quién soy con su paso?
una pregunta
y antes
cuando
ser o no ser
ni siquiera era nada.
lo que le provocó
fue como andaba.

pero algo hemos sido
¿verdad?
dicen los amantes

es de cristal
el tiempo de cristal
con una lupa enorme
sobre los segundos
y un altavoz que late.

la despedida es
lo mismo de siempre
y conviene
saberlo
como se sabe
cuando duele
el reuma
o una muela.

si un minuto
es eternidad
necesitas nada
para decir adiós.
pero queda
un atisbo de compasión
y el olor de carne
perfumada.
allí
donde el perfume
no debiera.

ella lo dijo todo.
él lo mismo.

eso es el tiempo
del amor
de los lagartos.

un instante más
toda una vida.
el mismo respirar.
un golpe de luz
una certeza:
vivo
grita: vivo.

el otro
acaba por reír:
me haces gracia,
le dice.


7/
Anochece

todo lo que antecede
es parte de la pena
y queda por cumplir
el resto.
de tan inabarcable
la eternidad es nada.

¿quién si no Uno
puede darse el poder
de ver con certidumbre
el principio?
Porque: ¿quién conoce
de donde viene la mirada?
¿Dónde
perdió la ingenuidad
tanta certeza?

el ocaso es.
del cielo.
de la luz que amortece.
uno no es
el ocaso.
no puede
no pretende
parecer
una puesta de sol
pues llovería.

el ocaso al caer.
la nube abierta.
se funde la luz.

todo es nada.
La noche.
con tanta serenidad
el cuerpo se acomoda.
es tiempo de pedir amparo.
el ocaso. la noche.

cogió un autobús
y vio como se iba,

era un lagarto, ¿sabes? era solo un lagarto







FIN DE LA SUITE DEL DÍA DEL LAGARTO

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